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Arquitectos: ATV Arquitectos
- Área: 7000 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Albano Garcia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, sobre la calle Nicaragua, una calle arbolada y de fuerte identidad en cuanto a la conformación de sub-centralidades barriales, el edificio se implanta sobre un lote de 34 metros de frente entre medianeras y con profundidad variable hacia el centro de manzana, que va desde los 26 mts hasta los 50 mts, siendo por su escala una porción de manzana considerable a operar dentro de la conformación de la trama urbana. Este proyecto representa un punto de inflexión desde varios aspectos en el pensamiento y desarrollo del estudio. Por un lado sostiene y profundiza las problemáticas proyectuales sobre la estructura material como estructura arquitectónica, explora los modos del habitar contemporáneo profundizando sobre la construcción del habitante y la ubicación y dimensión de los espacios exteriores en relación a los interiores de cada lugar habitado; por otro define una clara posición en cuanto a la lectura del entorno y las preexistencias, teniendo en cuenta, sobre todo, que un edificio de escala para la manzana y su entorno próximo puede establecerse como un manifiesto frente a esta problemática.
La estructura material arquitectónica Dividiendo al lote en ocho módulos de 4 mts cada uno, la trama geométrica que recorre al proyecto desde el frente hasta el contrafrente, define la medida de los espacios habitables. En la otra dirección, dos tabiques estructurales centrales, que conforman el núcleo de circulación vertical, recorren todo el proyecto en altura vinculándose a las columnas, tabiques y vigas definiendo la trama estructural del proyecto. Esta trama se hace expresiva y aparente, a veces como límite de los espacios interiores, a veces como articuladora entre el interior y el exterior. A su vez, cuatro vigas de un metro de altura dispuestas cada dos niveles, recorren la totalidad del frente del proyecto definiendo tres paquetes programáticos con diversas situaciones espaciales, vacíos, continuidades y tipologías, que constituyen el borde como intermediación entre la obra, el espacio urbano y las preexistencias. Esta operación proyectual invita al sujeto a alterar la percepción de escala del objeto arquitectónico, dialogando con el tejido existente de casas y edificios de baja y mediana densidad, al tiempo que lo invita a investigar y a detectar el proyecto como una unidad, con la intención de equilibrar los elementos que lo componen, haciéndose expansivo hacia el interior y denotando su relación en cuanto a las partes y a la totalidad.
Dos grandes patios verdes centrales se ponen en relación al entorno inmediato y articulan las unidades del proyecto en su relación entre el frente y el contrafrente. El aire recorre los intersticios entre lo propio construido y lo existente, generando a partir de estos contactos nuevos espacios exteriores compartidos y vínculos entre el aire urbano, los patios y el pulmón de manzana. Estas operaciones potencian los vacíos lindantes y plantean nuevas continuidades entre la interioridad y el espacio urbano en diversas alturas, generando visuales continuas y cruzadas entre expansiones propias y ajenas.